Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles” casi finalizado

Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles” casi finalizado

La construcción de todas las fracciones del aeropuerto se realizan de manera simultánea para acelerar el proceso y a casi un año de haber iniciado operaciones, el Aeropuerto Internacional ‘General Felipe Ángeles’ ya muestra los cascarones de todos los elementos que formarán el proyecto finalizado. Se levantan las estructuras de lo que será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía (AIFA), la obra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que reemplaza al cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). En tan sólo un año, el proyecto ya cobra forma.

 

En la superficie de 211,000 metros cuadrados se construyen, de manera simultánea y a marchas forzadas: la base militar, pistas comerciales, la torre de control y el edificio de la terminal.

 

El panorama, que en 1952 cuando se inició la construcción de la base militar contenía a los lagos de Xaltenco y Zumpago, sólo se interrumpe en el horizonte por dos cerros que cambiaron por completo el diseño de la obra, presentada originalmente por el equipo del ingeniero José María Riobóo. Se trata del cerro Paula y la Sierra Guadalupe que se encuentran al este y oeste del terreno.

 

El equipo de la Sedena, dirigido por el general Gustavo Vallejo, movió la Base Militar y recorrió las pistas comerciales, esto hizo aún más grande el reto de construir el aeropuerto: se necesitaría más presupuesto y más acciones que hacer en el mismo tiempo, por lo que el ahorro y la precisión se volvieron fundamentales.

 

La configuración del proyecto causó dudas acerca de su realización. Las dificultades técnicas parecían muchas y el clima político, en el que las opiniones se dividían acerca de la cancelación del NAICM o no, polemizó el inicio. Además, la promesa de una pronta inauguración desalentaba aún más el optimismo respecto a su realización. Sin embargo, la Sedena aceptó el proyecto con todas sus complejidades.

 

La solución consistió en hacer frentes que trabajaran de manera simultánea y con direcciones independientes, pero coordinadas. El gobierno adquirio terrenos aledaños que funcionen durante esta etapa como amortiguamiento acústico para la comunidad que vive en el perímetro. Y posteriormente, en las siguientes etapas, ese espacio servirá para ampliar el aeropuerto.

La construcción se lleva a cabo en todos los sentidos: mientras la maquinaria excava cuatro metros de profundidad para edificar pistas y edificios las grúas colocan los techos de la terminal de pasajeros.

En el terreno de 211,000 metros cuadrados se construyen tres pistas con una dimensión de 4.5 kilómetros de longitud por 45 metros de ancho. Entre ellas habrá una separación de 1,600 metros cuadrados que ayudará a que se realicen aterrizajes y despegues de forma simultánea.

 

La terminal de pasajeros será un edificio de 273,340 metros cuadrados de construcción total, que albergará a 20 millones de pasajeros al año.

 

Otro de los pilares del aeropuerto es la torre de tráfico aéreo que ya se levanta en el terreno de Santa Lucía. La punta, en donde se encuentran los controles, aún no ha sido colocada. El prototipo se encuentra a nivel de suelo para verificar que el diseño no tenga errores, y así evitar contratiempos.

 

La Base Aérea Militar número 1 no sólo se rediseñó en una nueva ubicación, sino que se aprovechó para convertirla en la más moderna y funcional de América Latina. Es la parte del proyecto que mayor presenta avances y el orgullo de los militares que trabajan en Santa Lucía.

Cuando se concluya la pista medirá 3,500 metros longitud por 45 metros de superficie de rodamiento, las calles de rodaje 5,730 metros de largo por 23 de profundidad, y la plataforma militar medirá 2,090 metros.

 

Hasta el 5 de octubre, la Base Aérea Militar continuaba con la construcción de muros de block, revestimiento de paredes y conexión de instalaciones, informó la Sedena.

Cuando se termine, en 2021, contará con una comandancia, torre de control de plataforma, comedor para 1,200 comensales, un auditorio para 530 elementos.

 

Para que todo el proyecto quede concluido faltan 525 días de trabajo. Es poco tiempo para la dimensión e importancia de la obra, que busca resolver la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Sin embargo, la Sedena afirma que cumplirá el reto.


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