La juventud en la arquitectura mexicana
¿Quiénes darán forma a la imagen de las ciudades de los próximos años? ¿Quién construirá los aeropuertos, museos y hogares de la segunda mitad del siglo XXI en México? En la exposición “21 Jóvenes Arquitectos Mexicanos” en el Museo Nacional de Arquitectura hallará la respuesta. Inspirándose en visiones de futuro y en las huellas del pasado, estos despachos están definiendo la estética de la arquitectura del mañana.
Más que un “divino tesoro”, la juventud en México es una fuente de renovación. Los jóvenes arquitectos han crecido en un panorama nacional complejo, en el que se entretejen situaciones como una gran demanda de espacios, una elevada competencia, un feroz mercado inmobiliario y una tradición arquitectónica devaluada. Esto aunado a las exigencias de la sociedad, que van desde las necesidades básicas de los sectores menos favorecidos, hasta los gustos y caprichos de un grupo privilegiado.
La nueva generación de arquitectos cuestiona las antiguas bases sobre las que se realizaban proyectos arquitectónicos, se proponen nuevos retos, emplean tecnología innovadora y dan respuesta a situaciones actuales a través del espacio. Y así, conceptos como arquitectura participativa o reciclaje de materiales ya son parte de su vocabulario.
Muestra de lo anterior es la exposición “21 Jóvenes Arquitectos Mexicanos” en el Museo Nacional de Arquitectura. Se trata de una muestra a la que fueron convocados 21 despachos de jóvenes arquitectos mexicanos de distintas regiones de la República Mexicana, con la intención de dar a conocer su trabajo e identificar cuáles son las razones y valores de carácter social, político, urbano y arquitectónico que dan sentido a sus obras, pregunta inicial que plantearon los arquitectos curadores de la muestra Lucía Zesati, Gustavo López Padilla y Honorato Carrasco.
Durante año y medio se dieron a la tarea de hacer un recorrido por las obras que se han realizado en los últimos tiempos para seleccionar a los 21 despachos de arquitectos cuyos equipos de trabajo no rebasen los 45 años, jóvenes en arquitectura si se considera que la carrera dura mínimo 5 años, y que algunas obras tardan años en concluirse. Por ello, aunque su obra sea reducida, su potencial ha quedado patente y es visible en esta muestra.
La exposición incluye en total 105 láminas, 21 maquetas y 21 videos. El criterio de selección se basó en la representación de distintas regiones de la República Mexicana y en que mostraran diversas maneras de entender la arquitectura contemporánea, incorporando experiencias del sector público y privado, proyectos de diseño urbano, arquitectónico y de paisaje.
“Hace tres años se realizó la primera edición de la muestra. Desde entonces al día de hoy quisimos indagar cómo ha cambiado esa arquitectura y encontramos proyectos muy diversos: espacios de recreación, pistas para patinetas, una biblioteca dentro de un tubo de drenaje, reutilización de espacios, intervenciones, entre otras” comenta la arquitecta Lucía Zesati.
Por otro lado, el arquitecto Gustavo López señaló que es necesario “oír lo que tienen que decir, cuáles son sus inquietudes, sus valores, todo interpretado por medio de la arquitectura. Es una muestra que representa lo que se sienten, lo que aspiran en términos sociales, políticos, culturales y se refleja gracias a su labor”.
Cada despacho presentó para la exposición dos obras representativas de sus trabajos, mismas que quedaron plasmadas en cinco láminas. Dos láminas por cada uno de los trabajos, en las que se mostraron las condiciones urbanas, calidades compositivas y formales de las mismas; y una quinta lámina con croquis que expresan las intenciones y los criterios conceptuales. Para complementar la exposición de los trabajos, cada despacho aportó una maqueta de uno de los dos trabajos participantes y un video corto.
Se trata, en suma, de jóvenes promesas de la arquitectura que a través de sus innovadores trabajos replantean las relaciones entre cultura, medio ambiente, espacio y sociedad. Los arquitectos que aparecen en esta exposición demuestran que los profesionales más jóvenes son capaces de ofrecer diversidad, originalidad, belleza, calidad e integridad. Este retrato generacional puede convertirse en un punto de referencia, una fuente de inspiración y una mirada hacia el futuro.