México en la Bienal de Venecia 2018

La propuesta del Pabellón de México en la 16ª Muestra Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia es un homenaje a nuestra arquitectura como herencia cultural.

 

Con 37 años y 16 ediciones, la Bienal de Venecia es la más longeva y relevante para la arquitectura mundial. Ubicada en el Antiguo Complejo Naval y Militar conocido como El Arsenal en la ciudad de Venecia, Italia, más que una muestra de trabajos, es una ventana al mundo.

De ahí la importancia de la participación mexicana, pues se trata de difundir a nivel internacional, a través de la arquitectura, que nuestro país tiene mucho más que decir y ofrecer, de lo que se ve diariamente en las noticias.

En esta edición, el Pabellón de México responde al espacio libre, o Freespace, concepto curatorial que rige la Bienal  –apuntado por la Dirección Artística de la Bienal a cargo de las arquitectas irlandesas Ivonne Farrell y Shelly McNamara– que busca enfatizar la calidad de los espacios arquitectónicos, y el cómo éstos «logran conectar con la historia, el tiempo, el lugar y la gente». Es decir, cómo la arquitectura influye y manipula la vivencia cotidiana de los espacios públicos y privados.

Con base en ello, la propuesta curatorial para el Pabellón titulada Echoes of a Land, plantea una aproximación al territorio, a la abstracción formal de la arquitectura y a su experiencia humana al enfatizar la carga imaginaria, cultural y geográfica de la arquitectura presentes en 21 proyectos de diversos estudios. Éstos, fueron elegidos entre 213 propuestas de 15 estados de la República Mexicana, producto de una convocatoria abierta.

La respuesta al tema se aprecia en las obras seleccionadas, que son un reflejo de los vínculos entre la libertad de imaginación, la interacción con lo intangible y la incorporación de la herencia cultural. Además, son la evidencia de una topografía que superpone estratos de alta densidad simbólica, histórica, cultural y natural en nuestro país.

El palimpsesto del imaginario colectivo mexicano se distribuye en varias capas que persisten sobre geografías y paralelismos de un territorio común.

“La exposición representa la búsqueda de una perspectiva conjunta que permite enfrentarse a los desequilibrios constantes a los que el país se ve obligado a responder. Las catástrofes vividas en los últimos años enfatizan un papel ético más amplio en la arquitectura y, de manera obligada, evocan construir el territorio en atención a las variables físicas y culturales que determinan los procesos de diseño. La formulación de deseos y fantasías queda limitada por los ecos de su tierra para demostrar que la arquitectura no debe ser una realidad en sí misma, sino un discurso a partir de la realidad” apuntó Gabriela Etchegaray, curadora del Pabellón.

Además de los pabellones nacionales, esta edición de la Bienal de Venecia incluye la participación de 71 invitados a cargo de las directoras artísticas de la Bienal, en la que se integra la mexicana Rozana Montiel. El Pabellón de México se inauguró el pasado 24 de mayo y estará en exhibición hasta el 25 de noviembre del año en curso.