110 años del nacimiento de Enrique Yañez

110 años del nacimiento de Enrique Yañez

Por medio de una mesa de reflexión, se recordó con cariño y respeto a este gran personaje, figura fundamental de la arquitectura mexicana del siglo XX.

 

El Instituto Nacional de Bellas Artes, por medio de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI), recordó al arquitecto mexicano Enrique Yáñez a 110 años de su nacimiento, con una mesa de reflexión que se llevó a cabo el martes 19 de junio en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

El objetivo de este espacio fue, además de rendirle un merecido homenaje, difundir la obra de este arquitecto entre las jóvenes generaciones, y hablar del trabajo de quienes colaboraron, material e intelectualmente, en la conformación de las instituciones de nuestro país.

Enrique Yáñez fue uno de los arquitectos iniciadores del funcionalismo en México. Nació en el Distrito Federal, el 17 de junio de 1908 y realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM, donde se recibió de Arquitecto en 1938.

Entre sus obras destacan el Sindicato Mexicano de Electricistas, la Escuela Normal Superior, la Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la UNAM y una gran cantidad de edificios de salud, tales como el Hospital la Raza, el Hospital General López Mateos, los hospitales de Neumología, Oncología, Ginecoobstetricia, y Nutrición en el Centro Médico Nacional; el Hospital de Maternidad en Nonoalco y los Hospitales Generales de Torreón, Tampico, Saltillo, Veracruz y Ciudad Juárez; entre otros.

“Fue una vocación de servicio a la sociedad, con hospitales que hoy siguen funcionando. Eran arquitectos que buscaban el bienestar social. Pienso que esa parte se ha ido perdiendo, pero en aquel principio, todos los arquitectos pioneros querían llevar el máximo de servicio a un país que acababa de salir de la Revolución y se estaba reconstruyendo”.  Comentó la Maestra Louise Noelle en el evento.

Yañez fue un arquitecto entregado a su profesión con la clara convicción de que la arquitectura debe responder a imperativos de orden social. Al igual que otros colegas de su generación, adoptó los postulados del funcionalismo para dar solución a los problemas que afrontaba el gobierno de proveer habitación para los obreros, y dotar a la población de edificios de servicio público, específicamente de hospitales. Por ello se especializó en la construcción de este género hasta convertirse en un maestro y referente obligado.

Además de sus principios teóricos y convicciones políticas materializadas en su obra construida, se dedicó a la difusión y enseñanza a través de varias publicaciones entre las que destacan los libros Hospitales de Seguridad Social (1973) y Arquitectura, teoría, diseño y contexto (1983).

Por todo ello, se trata de un pilar en la historia de la arquitectura en México, cuyo homenaje más que merecido es necesario.


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