Hogar un espacio relajante
Tras vivir el confinamiento por la situación de la pandemia por Covid-19, tener un hogar cómodo ha tomado mayor relevancia, ya que es el espacio en el que se realizan todas las actividades de la vida diaria, desde el descanso hasta hoy en día el trabajo. Es por ello que muchas personas han buscado transformar su hogar para adaptarlo a sus nuevas necesidades, de forma que sea sinónimo de tranquilidad y comodidad.
Mantén tus espacios ordenados
¡Menos es más! Está comprobado que los espacios limpios y con orden promueven un ambiente de paz. Saca todas tus pertenencias, haz una limpia y deshazte de lo que realmente no necesitas; arregla ese mueble que llevas tanto tiempo sin acomodar; despídete de la ropa que llevas años sin utilizar y conserva sólo lo que uses y lo que te haga feliz.
Cuida la iluminación
Rodéate de luces cálidas, te ayudarán a conseguir un entorno de relajación, acogedor e íntimo; los focos amarillos ahorradores son una excelente opción. Te aconsejamos, además, que evites las lámparas de techo en tu habitación, mejor usa lámparas de piso y dirige las bombillas al techo para lograr una luz uniforme. Utiliza luces de pared flexibles si eres un lector nocturno.
Rodéate de verde
Las plantas le darán un toque más natural a tu espacio, estas no son solo un elemento de decoración, también ayudan a purificar el oxígeno que respiras en un ambiente cerrado, lo que disminuye el estrés. La sansevieria es una de las plantas más efectivas.
Escoge un rincón y hazlo tuyo
Además de tener tu propia habitación y baño, ¡adapta un rinconcito de tu hogar para ti! Ya sea para realizar tu meditación diaria, practicar yoga, hacer ejercicio, leer o tomarte una copa de vino o un buen café.
Cambia la decoración.
Elige bien los colores y la decoración. Haz que tu casa se sienta hogareña agregando cobijas y cojines a tu sillón, escoge un tapete que además de verse bien sea cómodo para caminar sin zapatos y evita colores llamativos en tus paredes o muebles pues, aunque se vean bien, después de un tiempo cansan la vista y se vuelven incómodos.
Por: Samantha Garcia