La música estrena palacio en Yucatán

Con un auditorio para 450 personas, un estudio de grabación y un museo de ocho salas, el recientemente inaugurado Palacio de la Música en Yucatán, tiene la misión de conservar y fomentar la música mexicana.

 

“La música ha sido y continúa siendo el sonido y el número a la vez, la acústica y las matemáticas, y en ello se basa su universalidad”.  Frase de Iannis Xenakis, músico, arquitecto e ingeniero civil personaje fundamental que ligó las artes musicales con su expresión constructiva. Sirva su recuerdo como prólogo para celebrar la inauguración de un edificio que hace propia esta relación.

Se trata del Palacio de la Música de Mérida, recinto cuyo objetivo es preservar y fomentar la música mexicana. Más que un palacio, es un espacio polivalente. Cuenta con un auditorio para albergar a 450 personas; un estudio con tecnología de punta donde los artistas podrán hacer grabaciones profesionales; un museo de ocho salas, cuya museografía quedó a cargo de los expertos de la reconocida Escuela Superior de Artes de Yucatán; y un patio abierto que será sede de la mayor fonoteca fuera de la Ciudad de México y donde se instalará una pantalla gigante para la proyección de actividades culturales que podrán disfrutar los transeúntes.

El complejo además alberga el Centro Nacional de Música Popular y Tradicional Mexicana, cuya meta es fomentar la investigación, la difusión, y la formación de músicos. Para lograr esto último, cuenta con un área académica y de investigación que consiste en salones acondicionados para aprender la ejecución de algún instrumento pues ahí mismo se impartirá la licenciatura en Música Tradicional y Popular Mexicana.

En cuanto al edificio, se trata de un diseño vanguardista inmerso en un contexto histórico. Su apuesta conceptual fue la ruptura con el lenguaje arquitectónico preexistente, un discurso que permite ubicarlo como una manifestación contemporánea y que aporta a su entorno nuevas áreas para una mejor movilidad y disfrute peatonal.

Su fachada principal es de aproximadamente 140 metros lineales y su diseño reproduce el rollo de pianola con las horadaciones de la canción “Esta tarde vi llover”, del compositor yucateco Armando Manzanero.  Mientras que la fachada de la terraza, muestra un mayor movimiento con paneles verticales que, rítmicamente agrupados, semejan las curvas de la caja de resonancia de una guitarra.

El recinto, construido donde antes estaba el Congreso del Estado, será parte del corredor cultural más importante del Centro Histórico de Mérida, conformado por el Museo de Macay, el Centro Cultural Olimpo, los Teatros Armando Manzanero, Daniel Ayala, Felipe Carrillo Puerto y José Peón Contreras.