Normalidad en las oficinas

Normalidad en las oficinas

Hasta el momento en la capital del país, el gobierno ha permitido el regreso a oficinas con una ocupación máxima del 20%, enfocado a que la actividad laboral y las compañías puedan reabrir sus lugares de trabajo, para esto los ocupantes deben estar preparados para determinar sus límites y políticas como: la disponibilidad de pruebas, accesibilidad a suministros de limpieza y equipos de protección, el distanciamiento social y limpieza frecuente.

La reapertura de lugares de trabajo y espacios comerciales no es sencilla, por lo que es recomendable que las empresas deben estar preparadas ante unos trabajadores más exigentes que esperan garantías continuas y creíbles de que se encuentran en un entorno seguro.

Se debe incluir señalización con información actualizada sobre seguridad, salud y bienestar, recursos para los empleados y visitantes en puntos a lo largo de todo el edificio y lugares colaborativos concretos. 

La retroalimentación de las partes interesadas es un punto importante, ya que deben de restablecerse a la vez que las empresas se movilizan para regresar a su lugar de trabajo.

Las inversiones en seguridad en las oficinas, es un tema crucial en estos momentos. Dado la situación mundial las personas han aumentado su inseguridad en espacios fuera de su hogar, por lo que es el deber de las empresas hacer las inversiones y planes necesarios para devolver la seguridad a los espacios de oficinas.

Es importante coordinar antes de reabrir una oficina o unas instalaciones con los grupos de interés de los ocupantes y de los propietarios.

No es necesario traer de regreso a todo el equipo a la oficina, las lecciones aprendidas en Asia y USA indican que hacer esto no es recomendable y es poco coherente con la mayoría de las recomendaciones de salud; por lo que las compañías deben marcar un plan que permita aumentar gradualmente el número de personas que regresan a su lugar de trabajo.

Evaluar los efectos de compras y finanzas, es decir, los propietarios deben plantearse seriamente qué nuevos niveles de servicios, materiales y actividades son necesarios.

Las áreas que puedan necesitar mayor abastecimiento y más financiamiento serían: un servicio de limpieza mejorado; introducción de nuevos protocolos de acceso (por ejemplo, medición de la temperatura corporal y gel sanitizante para manos); aumentar la cantidad de suministros como gel hidroalcohólico para manos, toallitas desinfectantes, guantes y mascarillas; replantear el entorno de trabajo, así como la tecnología y equipos necesarios; utilizar tecnologías de seguimiento, tecnologías “touchless” y demás.

Una vez el espacio se haya reocupado y el trabajo se haya reanudado, tanto ocupantes como propietarios deberán permanecer alerta y con una capacidad de respuesta rápida ante situaciones inesperadas o no deseadas, por ejemplo, un rebrote de Covid-19.

Por: Samantha García


Comments are closed.