09 Ago 2019 in Arquitectos, Arquitectura histórica y patrimonial, Arquitectura Moderna en América Latina, Ciudad de México, cultura arquitectónica, Modernidad, noticia nacional
Una quinceañera muy particular
Luminosa y vestida de rosa mexicano, la Casa Estudio Luis Barragán celebra los 15 años de su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad. Para la ocasión, se inauguró una exposición fotográfica en el Museo Nacional de Arquitectura que el público podrá visitar de manera gratuita. Conozcamos, a ritmo de vals, esta obra icónica de la Arquitectura Moderna en México.
Marshall Berman, filósofo norteamericano, planteaba que la Modernidad era un término volátil, cambiante, y no precisamente significaba anhelos de progreso. Más bien, podía entenderse como un estado continuo de cambios, una mirada bidireccional, hacia el pasado y el presente que supone una relación distinta con otro concepto importante, la tradición. Estas ideas se ven reflejadas en la Casa Barragán, referente de la Arquitectura Moderna en nuestro país y representante a su vez, de la corriente denominada Regionalismo. “Para la arquitectura contemporánea de México, Luis Barragán (1902-1988) es uno de los emblemas más significativos de la renovación y el puntal de la tradición del siglo XX” afirmaba Carlos Monsiváis.
La obsesión con el color y la luz—hilo conductor en la obra de Barragán—, la presencia masiva y protectora de los muros, los misteriosos jardines y las obras de arte, dotan de monumentalidad al espacio íntimo, y hacen de ésta, una casa única.
Por ello y mucho más, este “refugio colorido en medio del desastre urbano” fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2004 en la ciudad de Suzhou, China, bajo los criterios 1 y 2: por representar una obra maestra del genio creativo humano; y por exhibir un intercambio importante de valores humanos, plasmados, en este caso, en una obra arquitectónica.
Un valor muy importante que la Unesco reconoció fue precisamente la conexión entre la arquitectura tradicional mexicana que el arquitecto observó y vivió de joven, con los ideales del Movimiento Moderno que imperaba en los años 20. Y es que la casa representa un espacio “biográfico” en el que Barragán pudo expresar todos los conceptos de su Arquitectura emocional.
Construida en 1948 en Tacubaya, representa una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto internacional y el único inmueble individual en América Latina que ha logrado tal distinción. Sin embargo, ya existen propuestas para ampliar la declaratoria a otros inmuebles diseñados por el arquitecto mexicano, como Las Torres de Satélite en la Ciudad de México y las casas Cristo y González Luna de Guadalajara.
La declaratoria potenció el prestigio y el cuidado del inmueble y su reconocimiento a nivel internacional y es buen ejemplo de una gestión comprometida que promueve, además, programas como Estancia FEMSA, una plataforma cultural y artística que, a través de una serie de exposiciones, intervenciones, performance, actividades académicas, educativas y publicaciones, dialoga con el contexto histórico que ofrece la casa.
La muestra fotográfica, que se organizó a manera de celebración, tendrá una duración de dos semanas y está conformada por 29 fotografías, planos de la construcción, videos e imágenes personales de Luis Barragán. El público podrá visitarla de manera gratuita en el Museo Nacional de Arquitectura, que se ubica en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes, y al hacerlo conocerá no solamente un inmueble icónico, sino el ejemplo arquitectónico de una verdadera modernidad.
Por Laureana Martínez Figueroa