El micromecenazgo de los bienes raíces en México

El micromecenazgo de los bienes raíces en México

También conocido como Crowfunding, representa una opción para invertir en inmuebles sin necesidad de contar con grandes patrimonios.

 

La consolidación de Internet como medio de participación comunitaria en cuestiones relacionadas a la obtención de fondos, ha abierto la posibilidad a nuevas alternativas de inversión como el crowdfunding, o micromecenazgo que consiste en la creación de una red de financiación colectiva que a través de donaciones económicas o de otro tipo, consiguen financiar un determinado proyecto.

Este modelo de inversión tiene distintas variantes, algunas, las más conocidas, ofrecen recompensas o aceptan donaciones para subvencionar una meta en particular, explicada y difundida por el mismo medio de comunicación.

Otros modelos de micromecenazgo son el de acciones y el de royalties: cuando se invierte en un determinado proyecto o empresa y se espera obtener una parte, aunque sea simbólica, de los beneficios. En el mercado inmobiliario, este tipo de fondeos ha cobrado relevancia. Su principal objetivo es encontrar proyectos atractivos para inversión, filtrar los mejores y presentarlos ante sus usuarios para que estos decidan en cuáles quieren invertir.

Sin embargo, antes de invertir en un desarrollo de bienes raíces a través de una plataforma de crowdfunding inmobiliario hay puntos que se deben analizar. En primer lugar, cerciorarse si forma parte de la AFICO. Ésta es una agrupación de plataformas de fondeo colectivo que fija estándares de calidad en esta industria, buscando que las plataformas sean transparentes, tanto en la información que publican como en la forma en la que operan.

También es importante revisar a detalle la información que la plataforma presenta y no crear altas expectativas por promesas de retornos garantizados ni tasas exageradamente altas. Al respecto, la revista Forbes México recomienda poner atención a los siguientes puntos:

1) El desarrollador.

  • Que sean profesionales experimentados.
  • La calidad moral del desarrollador. Buscar recomendaciones clientes y proveedores del mismo. También se podría consultar su buró de crédito.

2) El desarrollo.

  • Cuidar que la propiedad no tenga problemas en la cadena de título de propiedad, y que el vendedor sea el dueño legítimo y esté en posición de vender. También revisar el uso de suelo de dicho terreno, ya que de ahí deriva el tamaño y tipo de proyecto a desarrollar.
  • Que cumpla con toda la normatividad y que el desarrollador tenga experiencia en la localidad, así como una red de contactos.
  • Construcción: Algunos mecanismos eficientes incluyen un análisis de sensibilidades de costo (ver cómo impacta al negocio un cambio en los costos), así como contratos de precio alzado.
  • Analizar su viabilidad comercial. Aquí entran factores como el tamaño de las unidades, el precio de las mismas, el diseño y acabados. Es recomendable hacer un análisis de sensibilidad de precios, para entender si el flujo de las ventas a distintos precios es suficiente para que el negocio salga adelante.

 

Por último es importante decir que la estructura de financiamiento de un proyecto es fundamental. Es lo que fija el nivel de riesgo, detona el retorno y  ayuda a alinear intereses. Una premisa de las inversiones inmobiliarias, es que en la medida en que las inversiones estén respaldadas por un inmueble (garantía real) tenderán a ser más seguras. Así que no está de más investigar si el proyecto de su interés cuenta con este respaldo.


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