El nopal, un material muy mexicano
Opuntia ficus-indica, o nopal común, es una especie originaria de Mesoamérica cuyas múltiples aplicaciones y propiedades han sido utilizadas en la arquitectura desde la época prehispánica. Recientemente, varios grupos de trabajo en nuestro país investigan otros posibles usos prometedores para el nopal en la industria de la construcción.
El uso de materiales naturales en la construcción es una herencia milenaria, y su desarrollo en México tiene origen en las antiguas civilizaciones prehispánicas que perfeccionaron los procesos para su obtención y aplicación. Entre los más comunes destaca el mucílago de nopal (Opuntia ficus-indica), ya que sus propiedades desde entonces se han aprovechado para modificar y mejorar las características de algunos materiales empleados en la construcción y también como recubrimiento.
Los teotihuacanos, por ejemplo, lo empleaban como aglutinante y se lo agregaban a los estucos y a las pinturas murales, o lo utilizaban en la preparación de enlucidos en paramentos, de tal manera que éstos adquirían cierto grado de dureza e impermeabilidad. Más tarde, durante la época colonial, el nopal fue utilizado en mezclas con base en cal, a las que se agregaba yema y clara de huevo, algodón, así como otros elementos de origen animal: pelo, cabello, sangre de buey, toro, cerdo.
Por esta razón, y desde hace algunos años, se ha experimentado con el uso de este material en el campo de la conservación-restauración, en donde, para buscar alternativas compatibles y adecuadas con los distintos sistemas de construcción, fueron replicados los procedimientos coloniales. Su principal uso ha sido como aditivo en morteros de cal, pues ha demostrado que mejora su plasticidad y propiedades de fraguado; además el mucílago −un biopolímero coagulante−, es útil para impermeabilizar, tapar poros o resanar. En las construcciones de adobe tanto el mucílago como la goma de nopal se emplean como consolidante o fijativo con buenos resultados.
La historia del nopal en los procedimientos constructivos continúa, pues recientemente, y ante la temporada de lluvias en el país, estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de Huichapan (ITESHU) dieron a conocer una propuesta de impermeabilizante para la construcción desarrollados a partir del nopal. Su ventaja, además del bajo costo, es el impacto positivo con el medio ambiente.
El prototipo es una fórmula de baba de nopal combinada con mortero adhesivo —o pegazulejo— y cemento blanco que, además de ser adaptable para cualquier material de la construcción, permite agregar diferentes tipos de colorantes, según las necesidades del usuario. Para un litro de impermeabilizante se utilizan 800 mililitros de baba de nopal, 240 gramos de pegazulejo y 280 de cemento blanco. Se aplica como cualquier impermeabilizante de los que existen en el mercado.
Otro equipo de trabajo formado por investigadores del Instituto Mexicano del Transporte (IMT) y de la Universidad Marista de Querétaro, A.C. presentó los resultados de un proyecto donde se analizaron las propiedades del nopal para mejorar la durabilidad de materiales base cemento, morteros y concretos.
El proyecto buscó identificar las propiedades del nopal, tanto deshidratado como en forma coloide (baba) o mucílago, para determinar cómo puede contribuir a mejorar estos materiales, en las lechadas, morteros y concretos, así como su influencia en las propiedades electroquímicas de los aceros embebidos utilizados en la construcción.
Al respecto, el investigador del IMT, Andrés Antonio Torres Acosta, explicó que esta iniciativa busca contribuir a la sustentabilidad aplicada a la industria de los materiales de construcción, particularmente las fábricas de cemento y las siderúrgicas, que han sido señaladas por ser grandes emisoras de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Tras los procesos de investigación en laboratorio, se pudo concluir que las adiciones de nopal y sábila deshidratados disminuyen la trabajabilidad de pastas y morteros, aparentemente, porque coagulan parte del agua de mezclado, además de que la resistencia de este material aumenta con la edad. En cuanto al acero, de los valores electroquímicos obtenidos en las pruebas, se encontró que las adiciones de nopal deshidratado funcionan, aparentemente, como un inhibidor de la corrosión de este material, además de que previene la formación de picaduras en soluciones alcalinas.
Por su parte, la investigadora de la Universidad Marista de Querétaro, Alejandra Díaz Cruz, dejó entrever la siguiente fase en el aprovechamiento del nopal, al puntualizar que los trabajos de investigación enfocados en su estudio, van de la mano con el objetivo de impulsar la industria de esta planta, dadas las condiciones climatológicas del país y las facilidades para su cultivo. “Lo que se busca es detonar la producción de nopal y mejorar su calidad utilizando la biotecnología. Tanto en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo como en el CIIDIR de Oaxaca hay grupos de investigadores que analizan cómo sintetizar y producir el mucílago, analizando factores como la edad de la planta, temporadas de cosecha y temperaturas para obtener un producto de una calidad constante.”